Ayer noche, mientras veía la tele, me llamó la atención un desfile más largo delo habitual de sirenas y todo tipo de vehículos de auxilio. Se acababa de empotrar un coche bajo un camión.
¡Cuánto altruísmo! Menudas ganas de ayudar al prójimo, estaba impresionado. Pero luego recordé lo que me había comentado un amigo tailandés. "En este país, el primero que se lleva el fiambre, es el que cobra".
Vaya. No era altruísmo, era una carrera por el tesoro. Menudo chasco.